Ayer, cuando Bellota volvió al Santuario, lo primero que hizo fue tomarse su platito de leche. No tenía mucha hambre porque había estado anestesiado, se había estresado y, al fin y al cabo, un jabalí es muchísimo más estresable que un cerdo. Pero le encantó estar de vuelta en casa.

La cerda Carlota y su preciosa boquita
¡Carlota y su boquita de piñón!Carlota es pura energía y curiosidad. Y eso que ya, con su edad de post adolescente, se suelen tranquilizar. Así ha sucedido con sus inseparables